Daniel Rivero Serradell es pintor de larga trayectoria y es el nuevo Director de Cultura de Villa Giardino. Comenzó su gestión el 10 de diciembre de 2019 y hablamos con él para conocer un poco sobre cuáles son las ideas que tiene para el desarrollo cultural de la localidad.
Nos encontramos más que con un funcionario con un artista sensible, pero con ideas bien claras sobre lo que quiere y lo que no. Es de destacar que en el momento en que la pandemia está causando una parálisis cultural, Daniel siga pensando nuevas formas para que el movimiento artístico en su localidad no se detenga.
Uritorkidas: ¿Vos naciste en Villa Giardino?
Daniel: Si nací acá, fui al colegio Micono, después estuve estudiando en Córdoba y después me fui a España y volví hace 2 años. Tengo 46 años, soy pintor, me dedico a la pintura.
-¿A qué edad te fuiste de acá?
A los 27 años y volví a los 44.
-¿Dónde viviste en España?
Trabajé muchos años en Málaga, Andalucía, una ciudad que me gustó mucho porque es la 3ra ciudad en España a nivel cultural, tiene más de 30 museos: está el museo de Pablo Picasso, la primera sucursal del Pompidou está allí, el Museo Ruso también, el museo Carmen Thyssen que es la coleccionista más grande del país…en fin hay una oferta cultural enorme.
-¿Y de qué trabajabas durante todos esos años?
En una empresa que tiene como clientes a los museos de esa ciudad. Cuando había que hacer la cartelería de grandes exposiciones yo hacía las pruebas de color para que sean fieles a la obra que se estaba exponiendo. La empresa trabaja en esa área y fue una gran alegría estar allí. Estuve hasta el 2011. Ese año empecé a vender mis propias pinturas y me dedique solo a pintar.
-¿Cómo llegaste a ser Director de Cultura aquí?
El Cachi Carranza, que era quien estaba antes, estaba a punto de jubilarse. El intendente me hizo la propuesta y no lo pensé mucho. Yo no trabajaba en política. Soy bastante conocido en el pueblo porque me crié acá y tengo muchos amigos. Vivir afuera me hizo aprender muchas cosas y entender por qué suceden otras a nivel cultural.
En Europa aprendí mucho desde el 2002 al 2017 estuve allí y como era una ciudad turística allí trataban de unir lo cultural a lo turístico.
Yo soy bastante inquieto porque me gusta organizar cosas. Siempre me gusta hacer cosas diferentes, hacer formatos distintos. Eso siempre me gustó y hay una posibilidad acá. Lo único que me limita es lo económico.
-¿Tenés un presupuesto asignado?
En principio voy pidiendo autorizaciones para poder efectuar los pagos. Mi idea es priorizar a los artistas locales.
-Lo que pasa en estos lugares turísticos es que se les paga bastante a los artistas que vienen de afuera y a los artistas locales tan solo se les da el espacio y no se les paga.
Yo no estoy de acuerdo con esa forma de manejarse. No me gusta ningunear el trabajo del artista. El trabajo del artista no tiene un efecto inmediato pero a largo plazo el respaldo que da el artista a la cultura se mantiene a través del tiempo. Es un trabajo de muchos años, que dan a la cultura y ese soporte hay que pagarlo. Y hay que pagarlo, con lo que se tenga, pero hay que pagarlo. Recién hablábamos de los museos de España. El Museo del Prado genera millones de euros y lo hace porque hace 400 años alguien le dio apoyo económico a un artista. Por eso lo que hoy generemos culturalmente debe ser pagado. Imaginate que tenemos que hacer una escultura en una plaza, por ahí si no se puede pagar muchísimo no lo haremos, pero sí pagar lo que se pueda al artista, porque esa obra va a trascender el tiempo, vos y yo no vamos a estar, pero esa obra va a quedar y va hablar de la historia de nuestro pueblo. Y va a ser parte del patrimonio del lugar.
-Viste que en la temporada se paga mucho dinero a músicos muy conocidos. ¿Qué pensás de eso?
La idea es no hacer eso, nosotros somos una localidad pequeña y no tenemos ese presupuesto. Por ahí en algunos eventos puede ser, como fue en algún momento en las fiestas patronales. Desde el lugar que ocupo hoy no tengo que abrir juicio de valor sobre los artistas locales, pero acá hay artistas buenísimos.
-¿Cómo compatibilizas tu parte artística con la de funcionario?
El lugar que ocupo debe ser inclusivo y sé como artista que debemos tener un nivel artístico cada vez mejor para que no digan que el artista de afuera es mejor.
-El problema es que no hay muchas escuelas de arte.
Si tuviese dinero creo que no lo pensaría mucho y haría una Escuela de Artes y Oficios. No sé qué podré conseguir acá durante este tiempo, voy a tener que golpear muchas puertas y no sé cuáles se abrirán. Para mí es una obsesión convertir a Giardino en un pueblo cultural.
-Está bueno porque sos de acá. Casi todos venimos de afuera.
Lo que veo es que no es que los nacidos acá seamos cerrados por naturaleza, sino que no conocemos otras cosas. En mi caso cuando me fui a España se me abrió la cabeza. ¿Qué quiero decir con esto? que si vos logras hacer una movida cultural diferente seguramente la gente de acá se abrirá a esas propuestas. La gente que viene de Buenos Aires está muy acostumbrada a tener una vida cultural. Gente que participa de la danza, el teatro, la literatura. Hay gente que viene de vacaciones y está acostumbrada a ir al teatro, museos, etc. y no hay mucha oferta, estaría bueno generar ese tipo de propuestas para que las tengan acá.
-Lo que pasa es que no hay una gran infraestructura, ¿no es cierto? ¿Quisieras cambiar esa situación en tu localidad?
Uno de mis sueños es darle una vuelta de tuerca al cine de Giardino, para que ese lugar sea una obra de arte, tenemos un edificio muy lindo. Tenemos que conseguir que sea un ambiente supermega teatral. Tenemos que conseguir los fondos para convertirlo en un verdadero teatro, con iluminación, sonido, etc. Lo que no sé es cuánto dinero voy a conseguir.
– Hace poco que estás como funcionario, en estos pueblos siempre hay tironeos y discrepancias, como dice el dicho “en pueblo chico infierno grande”, incluso hay siempre discrepancias políticas ¿Cómo vivís eso desde tu puesto de director?
Lo que veo es que hay muy poca tolerancia a lo diferente, a mí no me interesan las tiranteces de tipo político, porque yo nunca me dediqué a la política, solo me interesa la cultura del pueblo, y me interesa que ninguna cosa me corra de mi objetivo. Yo suelo encontrarle la parte buena a todo. Rescatar lo bueno de las diferencias y utilizar lo bueno de cada uno. A mí me gustan los matices.
-¿Cómo fue la temporada de verano 2020?
A mí me gustó mucho. Yo arranqué el 10 de diciembre y no estaba acostumbrado a la función pública, fue un poco organizar sobre la marcha, quería incluir a todos los artistas pero no pude porque me encontré con que hay muchísima gente, por suerte, en la cultura de mi pueblo. La idea es convocar a todos. Se hicieron muchos eventos en la plaza casi todos los fines de semana. Yo quería cambiar la estética en el escenario y buscar también calidad en los músicos que se subían y la realidad que se logró y me gustó mucho, hay mucho talento por Giardino.
–Al parecer la noche de los talleres fue un éxito, ¿Podés contar como surge la idea y cómo se desarrolló?
La idea mía era que se mostraran los talleres como talleres, no como galería de arte, que los talleres se abran de noche y que la gente vea trabajar a los artistas plásticos.
La idea surgió hace como un año y medio, hablando con un cabañero de acá. Él me preguntó si podía mandar la gente que estaba alojada en su cabaña a mi taller para que vieran el trabajo. A la gente le gusta ver al artista trabajando, genera misterio, aunque en realidad no hay nada extraño.
Ya estando como Director de Cultura y con la Secretaria de Turismo, Alina Szczupak pudimos organizarlo. Se hizo el 23 de enero .Consistió en que 15 artistas plásticos trabajaran en directo en tres talleres, al mismo tiempo había músicos tocando y un escritor escribiendo. Además de los talleres estaba la casa Municipal en donde se hizo una muestra fotográfica. Los músicos tocaban en la parte de afuera de cada taller y simultáneamente había performance de bailes. Estuvo muy bien, y concurrió mucha gente. Nos ayudó el clima, por suerte.
Pusimos una furgoneta desde el municipio para llevar a la gente a los talleres. Se alquiló iluminación, era un formato tipo fogón con mucha actividad. Íbamos a hacer la segunda edición en abril pero por razones obvias tuvimos que suspenderla, la haremos en enero y trataremos de aumentar la cantidad de talleres.
¿Cómo estás llevando este momento tan especial para la cultura?
Desde el momento que empezó la cuarentena empecé a pensar ideas urgentes para no parar culturalmente.
Hablé con los músicos locales creando una propuesta de streaming , haciendo conciertos desde la casa de cada músico. Elegimos esa propuesta porque en este momento de encierro la gente por ahí necesita interactuar en vivo con el músico. Lamentablemente no tenemos presupuesto, porque hay otras necesidades primarias en estos momentos, para atender a familias que están pasándola mal. Pero todos los músicos se apuntaron y la verdad que está muy lindo, ya llevamos 6 conciertos y funciona muy bien. Viernes y domingos a la tarde noche.
También convoqué a artistas y personas con algún oficio para que nos muestren desde sus casas las cosas que hacen. Nos envían videos muy cortos mostrando lo que hacen, desde bailarines hasta gente que hace porcelana o cocineros. Y nosotros lo publicamos, dándole visibilidad.
Otra de las cosas que gestionamos es la formación online. Estamos viendo las opciones de plataformas, pero ya tenemos clases de guitarra que da el Gringo Polidori , un curso de telar que ya hace cuatro años que funciona y un tercer curso que es el de huertas agroecológicas. Este último me parece muy importante para los que vivimos en esta zona.
No sabemos qué va a pasar en el futuro, pero tenemos las neuronas despiertas para ver que va surgiendo día a día y no quedarnos atrás.
Viendo qué plataformas son las mejores para que las personas puedan seguir trabajando. Como le digo a los artistas: no vamos a parar.
¿Cómo quisieras que termine tu gestión dentro de 4 años?
Que sea un polo cultural importante del Valle de punilla. A mí me gustaría darle oferta cultural al turista para que en vez de quedarse 3 días se quede 6 días. Que al turista le lleve más tiempo recorrer las distintas actividades culturales y por lo tanto se quiera quedar más. Eso lo viví en Málaga. Los eventos que había allí eran parte de la oferta turística. Para mí es un sueño tener un -Museo Municipal. También debemos tener en resguardo archivos históricos, hay algunas personas que han creado material en forma privada, y estaría bueno generar material oficial y público. De esta manera el turista que viene puede hacer una visita guiada a ese material. Si el turista se queda, por el atractivo cultural, está buenísimo y de esa manera le das trabajo a todo el mundo.

La noche de los Talleres Villa Giardino
Este reportaje fue realizado una parte en enero de 2020 y otra parte en abril de este mismo año. En ambos casos fue una grata sorpresa encontrar a un funcionario de Cultura que piense en los artistas como trabajadores que aportan al crecimiento de un pueblo y no como figuras de relleno en una ciudad turística. Ojala se propaguen estas ideas que aportan un poco de luz y seriedad al desarrollo cultural de nuestras localidades alejadas de los grandes centros urbanos.