Por Valeria Correia Nobre
Para algunas personas Marte y Aries constituyen energías astrológicas de naturaleza destructiva o agresiva con las que es difícil convivir, esto es porque reflejan el pulso negado de la violencia común a la naturaleza de todas las cosas.
El fuego es pulso de vida y chispa divina. Sin fuego no seríamos quienes somos hoy. Si negamos la energía del elemento Fuego corremos el riesgo de un incendio psíquico o físico descontrolado. La ira se nos escapa de múltiples maneras y no siempre se trata de expresiones manifiestas. La depresión, el abuso, la culpa, el ocultamiento, lo no dicho, el rencor, la agresión pasiva son formas de un fuego descontrolado. Luego están los incendios. Pero antes de que se exprese en la materia se saturó en el espíritu que unifica todas las cosas creadas.
¿Seremos capaces de equilibrar a las salamandras?
El planeta Marte transita durante la segunda mitad de este año 2020 su propio domicilio, los territorios del signo cardinal de elemento Fuego, Aries. En este signo, Marte es quién es sin inhibiciones. No tiene ningún disfraz. Se manifiesta puro y sencillo, brutal como un niño inexperto, colmado de vida y fuerza.
Marte en Aries representa la chispa que enciende el fuego, el impulso que inicia una acción que puede ser temeraria, pero que a la vez constituye una pulsión vital. Marte en Aries desde finales del mes de junio nos has demostrado que puede ser literal en sus expresiones. Los incendios y las explosiones se manifestaron en julio y agosto en numerosos lugares del mundo desde el Puerto en Beirut hasta el fuego en nuestra querida Punilla, fueron claras expresiones de esta literalidad y simpleza ariana y es posible que sigamos teniendo este tipo de escenas de tinte marciano hasta enero del 2021.
Aries constituye el espacio creativo desde donde puede darse inicio a un ciclo nuevo y todo el cielo está clamando el desarrollo de esta idea de novedad. La “nueva normalidad” o el “Nuevo Orden Mundial” son conceptos que se repiten en los medios de comunicación y en las conversaciones cotidianas. La gran conjunción entre Saturno, Júpiter y Plutón de la que hemos hablado tanto se acompaña de esta presencia de Marte en Aries. El zodíaco tiene tanta coherencia que el diálogo entre el cielo y la tierra se torna coreografía en la que todos los implicados aportan su expresión al guión.
Marte entró en fase de movimiento retrógrado el 9 de septiembre y seguirá así hasta el 13 de noviembre. Sucede cuando en la vereda de enfrente, en territorio de Libra acaba de ingresar el planeta Mercurio. Este mes de septiembre ha dado fin a la moción retrógrada de Júpiter y Saturno y nos queda una ventana de “descanso” antes de retomar el camino.
El planeta Marte tiene un ciclo completo de alrededor de dos años y medio de duración y se pone en movimiento retrógrado cada dos años (la última vez fue en Acuario en el 2018), en comparación con las famosas retrogradaciones del planeta Mercurio no es corriente tenerlo en cuenta en la literatura astrológica de lectura fácil, pero merece que observemos su posición actual.
Este movimiento de Marte se dará cuando toque el grado 28 de Aries (afectando en especial a aquellos con planetas personales en el tercer decanato de los signos cardinales Aries, Cáncer, Libra y Capricornio). Ya casi se está retirando de su domicilio cuando vuelve hacia atrás a verificar si hay algún trabajo que ha quedado por hacer.
¿Hay algo más por transformar?
En su revisión, llegará hasta el grado 15 de Aries y volverá a establecer la cuadratura con la triple conjunción en Capricornio para dar término a muchas situaciones que ya no dan para más.
Marte retrógrado en Aries se encontrará con Saturno en su domicilio (Capricornio) en su próxima cuadratura. Tal como lo hicieron a fines de agosto será la obstrucción y los límites lo que vuelvan a sacarnos de quicio pero esta vez es probable que llegue a nosotros una necesidad de introspección y maduración de aquello que pareciera verse detenido y que nos llevará a modificar algunas estructuras de nuestra vida que están siendo inadecuadas.
¿Existe alguna otra manera de avanzar?
Más allá del estrés que puede generar esta relación angular también puede hallarse una manera marcial positiva de comprometerse con nuestros objetivos. La palabra marcial deriva precisamente del vocablo Marte y refiere no solo a la guerra sino a un concepto enérgico, quizás demasiado varonil para estos tiempos en los que integrar la energía masculina parece un acto vetusto de raíces obsoletas. Pero no podemos negar aquello que nos constituye. En la astrología coexisten dos visiones mitológicas de Marte: para los griegos la imagen de este personaje era tosca y algo brutal y en la mitología romana, en cambio, la imagen marciana adquiere algunas virtudes tales como el valor, la belleza, la estrategia y la pasión. Ambas visiones han de ser integradas de forma que construyan y dignifiquen un nuevo concepto de masculinidad.
Marte en Aries nos embebe de su fuego creativo, nos presta su valentía y empuja con su iniciativa a dejar los miedos a un lado y seguir adelante.
Frente a los actuales emplazamientos en el cielo, el orden y un concepto de disciplina personal y propia pueden significar un beneficio para el logro de ciertas metas. A nivel social esta cuadratura nos habla de conflictos armados, situaciones de control por medio del uso de la fuerza, fiebres, pérdidas, limitaciones y tristeza. No es algo que nos resulte ajeno, en meses anteriores hemos vivido esta energía. Quién más quién menos se ha sentido forzado a permanecer aislado y limitado por las circunstancias.
Marte es en la mitología el dios de la guerra, rige las pasiones, la acción, la voluntad, el ego, el deseo y la valentía. Podríamos tomar este tiempo de retrogradación marciana para prepararnos para nuestra próxima “batalla” personal. Antes de iniciar un movimiento no está de más organizar nuestros recursos. Conocer de un modo estratégico aquello con lo que contamos para lograr llegar a manifestar nuestro deseo. Será trabajo de Saturno indicarnos nuestras limitaciones y carencias y este juego energético será parte de esta temporada.
Evaluar el modo en el que nos valemos de nuestra vitalidad, nuestra ira y violencia interna puede ayudarnos a salir de un estado depresivo o al menos apagado que nos desconcierta e invalida nuestros sueños.
Para trabajar con Marte retrógrado aparece Saturno en movimiento directo y suena a pesadilla astrológica, quisiéramos dar por terminada esta etapa tan larga de dificultades y perturbaciones. Todavía queda trabajo por hacer. Nada mejor que detenerse a utilizar la inteligencia para liberar nuestro camino de obstrucciones. El pataleo el enojo y la frustración no harán más que empeorar las circunstancias.
Focalizar la mente en nuestras intenciones nos ayudará a no perdernos en el camino. Mover el cuerpo alejará un poco la furia y transformará la frustración propia de la espera en bienestar hormonal. Marte quiere acción aún retrógrado. El ejercicio físico y el deporte pueden transformar nuestra psiquis y prepararnos para el futuro.
A partir del 16 de octubre comienza un ciclo. La luna nueva en Libra formará una T cuadrada con Marte retrogrado en Aries y Saturno y Júpiter en Capricornio. Esto es un sinfín de energía desplegada para dejar atrás apegos. Podría tratarse de un momento del año muy tenso en el que las confusiones, la discordia y temas ajenos a nuestra voluntad nos perturben.
Tomemos septiembre y la llegada del equinoccio como un descanso, una temporada en la que reponer fuerzas, reconocer lo que en verdad es importante, aprender a lidiar con la incertidumbre, sostener nuestro propio criterio de disciplina, trabajar en la confianza en uno mismo y en que existe una guía más allá de lo visible. Trabajar el optimismo y la esperanza en el triunfo de la vida es parte de los regalos que nos trae Marte en Aries.
Gracias Valeria!!! acepto de buen grado entonces los regalos que nos trae Marte en Aries. Aporto mis pensamientos en positivo que siempre Crean tanto. Gracias una vez más. Alejandra
Gracias por leer y compartir tu sentir. Un abrazo!