Por Rubén Garibotti
Mucha gente me dice: “A mi la política no me interesa, es muy corrupta”, confundiendo política con “partidismo”.
A los que no les importa la política, les tengo una mala noticia: “Todo, todo lo que hacemos es política”.
Desde que nos despertamos por la mañana estamos haciendo política.
Como nos vestimos, la casa en que vivimos, nuestras opiniones, que auto o trabajo tenemos (los que tienen). Y si no tenes nada de esto…también estas haciendo política.
La palabra política viene del griego politikë (de, para o relacionado con los ciudadanos) y tiene que ver con todo lo que hagas en y con tu vida.
Y atenti, que el partidismo no nos confunda, en este juego no importan los partidos políticos, ni los nombres de quienes los representan.
Lo que realmente importa son los intereses, las intenciones y los mecanismos para cristalizar esas intenciones e intereses.
A mi humilde entender, existen intereses que van mucho mas allá del partido político.
El partidismo se ha convertido en una herramienta para llevar a cabo acciones a nivel global que tienden (y de hecho lo hacen) a esclavizar a la inmensa mayoría en beneficio de una minoría privilegiada.
Un partidismo disfrazado de democracia para darle legitimidad a actos perversos e injustos.
Y no hablo de un país, estoy hablando del mundo.
El mundo está cambiando y por si hay quien todavía no se enteró, un nuevo orden mundial está consolidándose por el engaño, por la fuerza y por la explotación.
Esta clase dirigente, está unida en una inmensa red por todo el planeta por los mismos fines, por las mismas empresas, por la misma ideología.
Son apátridas, para ellos no existen las fronteras, son ciudadanos del mundo.
Ellos poseen el dinero, las armas, los jueces, los medios de comunicación, la tecnología.
Desayunan en París y cenan en Thailandia.
Ellos fabrican lo que comemos, ellos deciden como nos comunicamos y saben lo que opinamos siempre un paso delante de nuestras decisiones.
Ellos deciden quienes deben morir y quienes no.
No tienen piedad, ni religión y ni siquiera les interesa la política.
Solo les interesa el poder, y les interesa en la medida en que ese poder les permita
manejar nuestras vidas.
Mientras, nosotros creemos que logramos un cambio “votando en democracia”.
Ellos quieren hacer de este mundo una disneylandia, un gran parque temático, del que solo ellos puedan disfrutar.
Si la política no te interesa, entonces deduzco que tampoco te importa quien te gobierne.
Y si no te importa quien te gobierne, entonces tampoco te importa lo que le suceda a tu prójimo, sea pariente, amigo, vecino…o no.
No te importa lo que suceda en el mundo. Y si no te importa nada de esto, entonces no hay derecho a la protesta. El día en que seas señalado, deberás marchar derechito donde ellos decidan sin rechistar.
Estamos viviendo tiempos muy oscuros y no hay esperanza (por el momento) de que aclare mientras no nos despertemos de esta pesadilla.
Los seres humanos de a pie, estamos muy intolerantes, egoístas y violentos a nivel global, los unos con los otros. Cada vez hay más destrucción del planeta como ser vivo, femicidios, discriminaciones, guerras y todo tipo de actos de incomprensible crueldad y corrupción.
Creo que estamos en medio de una encrucijada que nos lleva a dos caminos.
O evolucionamos y nos convertimos en “Seres Humanos” o desaparecemos como especie.
Tomamos la pastilla azul que nos abre los ojos o tomamos la pastilla roja que nos sumirá en un placido y dulce sueño del que nunca despertaremos.
Como siempre, no depende de Dios ni de extraterrestres ni de ninguna fuente externa o interna, depende de nosotros, solo y necesariamente de nosotros.
No aceptemos que nos etiqueten de pesimistas o paranoicos, sepámonos realistas, y solo si somos realistas sabremos salir de esta trampa.
Pero…como dice la canción, “Cuando la noche es mas oscura, se viene el día en tu corazón”.
Todavía hay esperanza, todavía convivimos con héroes que participan en sociedades que desfallecen tratando de ayudar solidariamente al otro, que reparten a diestra y siniestra la “pastilla azul” mediante la lucidez del arte, la poesía, el teatro, y diversos idiomas creativos que no son sino las otras caras del amor.
Y esto…también es politikë.
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Excelente artículo, agrego quieren domesticar nuestros cuerpos y en esa domesticación el deseo…
Gracias José Luis! Exacto, domesticar cuerpos y costumbres. Que nos parezca normal e inevitable vivir mal.