Por Alejandra Leveratto
Patanjali fue un pensador hindú que vivió entre el 200 A.C y el 200 D.C, aunque este dato no se puede establecer claramente.
Patanjali vivió como yogui, aprendiendo las enseñanzas de su abuelo Jirania Garbha. A temprana edad Patanjali se casó con Lolupa, quien fue su única esposa, y tuvo como hijo a Naga Putra (‘hijo de la serpiente’).
”Pata” significa: “caído del cielo”, y “anjali” describe el gesto de plegaria de las manos juntas por las palmas.
Patanjali realizó la primera codificación escrita de un método de Yoga: “Los Yoga Sutras de Patanjali”. Este importante texto sánscrito está compuesto por 196 aforismos (sutras) divididos en cuatro secciones. Aquí se condensa la filosofía esencial y la técnica del Yoga de una manera resumida y sistemática.
La relevancia de este escrito de Patanjali radica en que va más allá de las posturas o respiraciones. Patanjali entendió la importancia del ser humano como un ser holístico: somos seres con un cuerpo, una mente y un espíritu queriendo ser liberado.
El Yoga de Patanjali no está comprometido con un orden moral que se estructura “desde afuera”. Toda moralidad estará en función de la liberación, que es el único bien absoluto. Esta moralidad, podría cada uno aplicársela a sus propias circunstancias, pero los actos del ser humano se realizan en una confusión básica que lleva al espíritu a identificarse con los procesos de la mente. Por eso, es que se indican algunas líneas directrices que ayudan al comportamiento a enfrentarse con las posibilidades de éxito en la práctica de Yoga.
En este escrito Patanjali nos ofrece un extraordinario regalo: un camino bastante detallado que son los ocho estadios del Yoga, el “Óctuple sendero del Yoga” (Ashtanga Yoga), los ocho pasos en el camino hacia la visión del alma. Estos estadios nos van a permitir encontrar esa claridad que necesitamos tener en todos los aspectos de nuestra vida. Esto puede tener una relación de similitud con el “óctuple sendero” de los budistas.
Es interesante Compartir la bella y acertada comparación que realiza el maestro B.K.S.Iyengar respecto de estos estadios del Yoga y un árbol, el árbol del sí mismo:
“Para cultivar un árbol, primero cavamos un agujero en la tierra, retiramos las piedras y ablandamos el suelo. Luego introducimos la semilla en él, cubriéndola con tierra blanda para que, al abrirse, no la dañe el peso de la tierra. Finalmente, regamos un poco la semilla y esperamos que germine y crezca. Luego de un tiempo, la semilla se abre en forma de brote y empieza a crecerle un tallo. Luego el tallo se divide en ramas y echa hojas. Crece continuamente formando un tronco y produce ramas cargadas de hojas que se abren en distintas direcciones”.
De forma similar, el árbol del sí-mismo necesita cuidados. Los sabios de la antigüedad, que experimentaron la visión del alma, descubrieron la semilla de ésta en el Yoga. Dicha semilla presenta ocho segmentos, los cuales, a medida que crece el árbol dan origen a los ocho miembros del Yoga.
Estos ocho estadios, comparados con las partes de este árbol son: Yama, Niyama, Dhyanasana, Pranayama, Pratyahara, Dhyana y Samadhi.
Describo a continuación cada uno de ellos.
1-Yama:
Son los principios éticos y las “reglas” para vivir en sociedad. Representa a la Raíz del árbol.
La observancia de Yama disciplina los cinco órganos de acción, a saber: los brazos, las piernas, la boca, los órganos de procreación y los órganos de excreción. Naturalmente, los órganos de acción controlan los órganos de percepción y la mente. Por ejemplo, si la intención es causar daño pero los órganos de acción se niegan a hacerlo, el daño no se llevará a cabo. Así pues, los yoguis y las yoguinis comienzan por el control de los órganos de acción. Yama es, por tanto, la raíz del árbol del Yoga.
Dentro de los yamas hay cinco principios:
- Ahimsa: significa no ser violento, no dañar, no matar (ni de palabra, ni de pensamiento, ni de acción). Se refiere también a decidir qué es lo que queremos que “entre” en nosotros: qué imágenes, sonidos…qué emociones elegimos desarrollar. Implica no matar las ilusiones, los anhelos, los ideales de otro ser desde nuestro pensamiento. No es sólo evitar causar daño, sino desarrollar y conservar sentimientos de respeto hacia todos los seres. La práctica yóguica aquí consiste en la autoobservación.
- Satya: significa no mentir, amor a la verdad. Ser sincero, claro, correcto y honesto, tener veracidad. Básicamente ser sincero con uno mismo, con la sociedad. Ser sincero de palabra, pensamiento y acción. No es lo mismo veracidad que franqueza. Satya es también no causar dolor mencionando los defectos de otro ser, sin que éste lo solicite.
- Asteya: significa no robar, hallarse libre de avaricia. En el caso de un robo “material”, cuando un ser roba algo a alguien, lo que siente quien fue robado impregna el objeto que le fue sustraído, y esta emoción se traslada al que lo robó. Pero Asteya tiene también otras connotaciones como por ejemplo: no aprovecharse de una situación que vive otro ser (económica o moral de alguien, buscando un beneficio personal en ello).Un Sutra nos dice: “cuando el no robar se hace estable, todas las joyas se presentan”. Esto alude al “premio”, incluso material, que tiene el respeto a la propiedad ajena.
- Brahmacharya: significa no abusar de la actividad sexual, no desperdiciarla, controlar el placer sensual. Para seguir el camino hacia nuestro Ser Supremo sin distracciones, la persona debe tener mucha energía en su cuerpo físico y en su mente. Esa energía se consigue cuando se aprovecha la energía sexual y se la trasmuta hacia esta búsqueda. La abstinencia sexual en un período de la vida del practicante, responde a la necesidad de potenciar y polarizar su energía, pero no implica el rechazo al sexo opuesto. Los textos de la antigüedad no manifiestan ningún miedo de la sexualidad. Están impregnados de ese naturalismo ingenuamente sensual que caracteriza con tanta frecuencia el arte hindú.
- Aparigraha: significa no apegarse, hallarse libre de la codicia y de la posesión más allá de las propias necesidades. No atesorar, no acaparar lo que no necesitamos. Es una práctica constante el desapego, por ejemplo: no comer de más. Si con cierta cantidad de comida se cubren los requerimientos del cuerpo, comer de más nos genera pesadez. No apego a las cosas materiales, no apego a determinada emoción, no apego a los otros seres. Aparigraha es el principio de anulación de la codicia, que aun admite una mayor perfección. Patanjali relaciona esta “no codicia” con el conocimiento de las vidas pasadas, como si la no acumulación de bienes materiales innecesarios predispusiera a una claridad sobre el sentido del propio destino.
2- Niyama:
Es donde se hace un trabajo que genera un progreso en la meditación, que nos va a llevar a estados de conciencia superior. Representa el Tronco del árbol del sí- mismo.

Las observancias que se tienen en cuenta en el Camino del Yoga representan el tronco del árbol el sí mismo
Estos cinco principios del Niyama controlan los órganos de percepción: ojos, oídos, nariz, lengua y piel.
Niyama presenta las siguientes observancias:
- Sáucha: significa limpieza, limpieza del “templo”, que es el cuerpo físico. Nuestro cuerpo está “contaminado” por una alimentación, tal vez, equivocada. También por sentimientos, resentimientos, dolores acumulados, sufrimientos, complejos…de toda la vida. El yoga propone diferentes formas para limpiar el cuerpo físico a través de prácticas de purificación que son llamadas kriyas. El cambiar algunos hábitos también ayuda a la purificación del organismo como por ejemplo: despertar temprano, limpiar la casa, limpiar el cuerpo físico, colocarse ropas limpias y así, estar preparados para iniciar un nuevo día.
- Santosha: Significa contento, nos habla de una actitud que conviene tomar en la vida, ante todas las situaciones que se presentan. Habla de la calma, de conservar el contento ante cualquier situación siendo conscientes de que hay cosas que no podemos cambiar en la vida. Hacemos el intento, pero si vemos que no podemos modificar tal situación, tenemos que tener aceptación. Aceptar significa que no hay nada que pueda quebrantar la paz que hay en nosotros. Nuestra paz y contento son importantísimos para el desarrollo espiritual. Cuando aprendemos a ser conscientes de que nuestro momento presente se generó por acciones pasadas, no podemos “culpar” a alguien de lo que a cada uno le “toca” vivir. La conciencia de este pensamiento origina el contento, el santosha.
- Tapas: la tapecia son los “sacrificios” ofrendados a Dios. Hay muchos tipos de “sacrificios”. Uno de ellos es la meditación, otro es la recitación del Japa Mala, tal vez con la pronunciación de algún Mantra o la evocación a la Divinidad. El ser humano puede alcanzar cualquier cosa, nada es inalcanzable para él. Patanjali indica que purificar la mente y crear una conciencia que nos dirija a lo Divino, tiene como propósito elevar el espíritu.
- Svadhyaya: significa el estudio del sí mismo, el estudio de las escrituras sagradas. Estas escrituras no son el fin, son un vehículo. Ayudan a despertar la devoción (Bakhti).
- Pranidhana: entrega de uno mismo, dedicación al Señor, ritual de oración al Señor. Es un portal que se abre para poder ver más allá. Al hacer oración, nos llenamos de gozo infinito y de amor.
3- Asanas:
Del tronco del árbol, surgen varias Ramas: una crece muy larga, otra de lado, otra en zigzag, otra recta,…Estas ramas son las Asanas , las diversas posturas que armonizan las funciones físicas y fisiológicas del cuerpo con el modelo psicológico de la disciplina yóguica.
4- Pranayama:
De las ramas crecen las Hojas, cuya interacción con el aire suministra energía a todo el árbol. Las hojas absorben el aire exterior y lo conectan con las partes internas del árbol. Las hojas se corresponden con el Pranayama, la ciencia de la respiración que conecta el macrocosmos con el microcosmos y viceversa. Nótese como, en posición invertida, los pulmones representan un árbol. A través del Pranayama, los sistemas circulatorio y respiratorio son conducidos a un estado de armonía.
5- Pratyahara:
Las ramas del árbol se hallan todas cubiertas por una Corteza, que protege al árbol. Esa cubierta preserva la energía que fluye dentro del árbol desde las hojas a la raíz. Así, la corteza se corresponde con Pratyahara, el viaje de los sentidos hacia adentro, desde la piel al núcleo del Ser.El dominio de Asanas y Pranayama ayuda al practicante a desligar la mente del contacto del cuerpo, lo que lo conduce automáticamente a la concentración y la meditación.
6- Dharana:
Se llama Dharana a la concentración, a enfocar la atención en el núcleo del Ser. Dharana es la Savia del árbol, el jugo que transporta la energía en su viaje hacia el interior. El fluido del árbol o Savia, conecta la última punta de las hojas con los extremos de la raíz. La experiencia de esta unidad del Ser, desde la periferia hasta el centro (donde el observador y lo observado son uno), se alcanza en la meditación.
7-Dhyana:
Cuando el árbol está sano y el suministro de energía es excelente, brotan de él Flores. Así, Dhyana, la Meditación, constituye la Flor del árbol del Yoga.
8- Samadhi:
Finalmente cuando la flor se transforma en Fruto, éste se denomina Samadhi (Éxtasis). Al igual que la esencia del árbol se halla en el fruto, así también, la esencia de la práctica del Yoga está en la libertad, el equilibrio, la paz, la beatitud de Samadhi, donde el cuerpo, la mente y el alma, se unen y se funden con el Espíritu Universal.
Fuentes:
-B.K.S Iyengar “El árbol del Yoga”(Editorial Kairós)
-Manual para la Formación Nivel 1 (Yoga Vital)
– Audios, textos y selección de información en Internet
Gracias queridos lectores, espero que este artículo haya servido para seguir introduciéndonos cada vez más en este Bello Arte y esta maravillosa Ciencia del Yoga.
… y desde este “Ser Árboles”, reconocernos como parte del Bosque, de la Vida…
…reconocer que la semilla ya es el fruto en sí misma, que contiene su esencia y la manifiesta
…reconocer que no es más importante la hoja que la corteza o el tronco, sino sentir que cada parte, si es que verdaderamente se las pudiera diferenciar, es el árbol todo.
Hasta la próxima
María Alejandra Leveratto
(Adhi Shakti Devi Natha)
Profesora Superior de Ayur Yoga Vital Terapéutico
Matrícula nº 1606
Si estás leyendo esta nota desde la aplicación puedes invitar un té a alejandra en el siguiente link
Hermoso artículo Ale!
Te felicito, muy didáctico además de completo.
Abrazo enorme.
Hermoso artículo, de su lectura se disfruta y como moarte toda la pasión y conocimientos de su autora
Gracias Sergio!!! Cuánto me alegro que disfrutes de la lectura de estas Maravillosas Enseñanzas. Re cordar, Re conectar, Re Flexionar… es Nuestro Camino, pasito a paso, sin detenerse… Hacia el Interior, donde Ya Está Todo. Abrazo Enorme.
Hola Marcela! Gracias por tu Devolución! Te seguiré compartiendo los próximos artículos. Un gran Abrazo
Ham Sa..hermoso arriculo.excelente y muy claro. Ommm
Hamsa! Gracias Ana, Seguimos Compartiendo querida…en los próximos artículos ya empezaré a comentar sobre nuestro maravilloso Camino de Yoga Vital. Un Abrazo Grande
Todo camino que lleve a la paz interior bienvenido sea y vos me ayudaste y siempre estas conmigo gracias gracias gracias
Hamsa! Gracias querido Francisco por Permitir que estas Enseñanzas que son de Todos lleguen a tu Corazón, y gracias por poder estar Acompañando en tu Valioso Proceso de Búsqueda… Todo Está en Tí. Hamsa!