Por Ronko Vallaro
En tiempos de energías virginianas, tuvimos la posibilidad de realizar un enfoque sobre nuestros impedimentos para evolucionar, el cual pudo permitirnos identificarlos, trabajarlos y limpiarlos de nuestras vidas..
La Astrología Kármica brinda un punto de vista más espiritual, en el estudio de la influencia que ejerce la energía planetaria sobre los individuos. Partiendo de las connotaciones místicas del concepto de Causa y Efecto, es posible identificar el karma de tu signo que obstaculiza el proceso de avance hacia una vida mejor.
Si bien es cierto que para cada persona existirán pautas kármicas y astrológicas específicas, dadas por la posición de los planetas en la Carta Astral al momento del nacimiento, el signo solar puede aportar información general sobre los principales retos de carácter, que deberán afrontarse.
De esta manera, el reconocimiento de nuestras sombras otorga una visión general del primer reto de vida que uno puede abordar en la ruta al autoconocimiento, la evolución espiritual y el desarrollo personal.
ARIES
El karma apunta al egoísmo, los impulsos destructivos y la tiranía, producto de convertirse en un líder negativo.
La lección es aprender a considerar las necesidades del otro, tanto como las propias, ya que no estamos solos en este mundo. Sus objetivos serán desarrollar la sensibilidad, la compasión, la empatía y la verdadera confianza personal.
TAURO
El karma de tu signo se revela como un reto de valoración personal. Se debe construir una verdadera confianza interna, y no basar el propio valor en el número de posesiones que se tengan.
Evitar el apego material y apreciar lo que no tiene precio es fundamental.
GÉMINIS
El objetivo geminiano es trascender la superficialidad, permitiéndose conocer más de lo que les interesa.
De tal manera, deben aprender el uso positivo de la comunicación y evitar los comentarios críticos, los chusmeríos o las manipulaciones, tanto por placer como por beneficio personal.
CÁNCER
El cangrejo debe darse a sí mismo el apoyo emocional que precisa, en lugar de buscarlo en otros en primera instancia. Trabajar una afectividad positiva y cultivar la independencia sentimental es trascendental para Cáncer
Otro aspecto importante es no vivir presos del pasado. Soltar aquello que ya no es y enfocarse en el presente.
LEO
En el Rey del Zodíaco, existe una marcada tendencia al egocentrismo, que incluso puede devenir en narcisismo. Esta situación, amenaza la capacidad de Leo para convertirse en un líder positivo. Es indispensable dejar el absolutismo, aprender a escuchar a los otros y ser más flexible, a nivel de pensamientos.
La práctica de la mesura y el control empiezan por uno mismo. Toda cuota de poder exige responsabilidad, por parte de quien lo detenta.
VIRGO
La resolución al karma virginiano es aprender a aplicar la racionalidad a los eventos y personas, sin que eso los conduzca al cinismo o a la crítica áspera, incluso contra ellos mismos.
La vocación de servicio que tiene este signo debe ser asumida como tal, con honestidad, y no como un camino para cultivar reconocimiento o una manifestación de servilismo, ya que eso le traerá grandes frustraciones.
LIBRA
El karma libriano apunta a un mal manejo de las relaciones en todos los ámbitos, inclusive consigo mismos. El principal enemigo a vencer es la necesidad de aceptación, que en ocasiones lo lleva a la indecisión o a esconder sus verdaderos sentimientos e ideas para no herir a los otros o causar conflicto.
Trabajar la autoconfianza, ser honestos internamente sobre lo que quieren y así recibirán lo mismo de su contraparte. De esta forma, obtendrán el tan anhelado equilibrio de la balanza.
ESCORPIO
Para trabajar el karma, es necesario ejercitar la comprensión armónica de que las relaciones no son un juego de imposiciones, sino más bien un trabajo en equipo con responsabilidades compartidas.
Otro punto importante es el miedo a los secretos del pasado.
La confianza en tu poder de transformación y abandonar lo que te hace daño es importante para regenerarse y sanar el karma escorpiano. Este signo de agua no debe dudar en pedir ayuda, si la necesita, ya que no tiene que llevar el mundo sobre sus hombros, en soledad.
SAGITARIO
Para los nativos de Sagitario, la meta es hacer las paces con sus creencias espirituales y personales, a pesar de las desilusiones que puedan haber afrontado en ese campo.
Aunque se decanten por el escepticismo o el ateísmo, no es una razón para sentirse excluidos o desencantados. La meta está en afrontar sus decisiones con optimismo. La auto-aceptación es uno camino hacia la paz interior.
CAPRICORNIO
El desafío kármico para los hijos e hijas de Capricornio es cultivar el pensamiento crítico, más allá de su apego a las costumbres y normas de la sociedad. Reconocer sus derechos a disentir, y escucha la voz interior resulta sumamente importante en estos tiempos que se avecinan.
ACUARIO
Acuario trae consigo una fuerte tendencia rebelarse ante lo impuesto, por lo que no son de extrañar los conflictos con las figuras de poder o de lo que algunos consideran “orden social”.
Es necesario cultivar la empatía, la comprensión y el pensamiento flexible, a fin de ubicarse en el lugar del otro, sin dejarse ganar por el impulso de llevar la contraria a todo trance, incluso sin tener la razón.
PISCIS
El karma pisciano está centrado en aprender a ser el soporte espiritual o emocional de otros, sin que ello drene la energía y las ganas de vivir. No necesita ser la victima propicia o el Mesías del mundo para conectarse con su espiritualidad o mostrar compasión.
Durante finales de agosto y el mes de septiembre, llega un momento clave en nuestra existencia donde tenemos que realizar segregaciones internas. Elegir cómo vivir. Elegir hacernos cargo. Momentos en los que debemos preguntarnos qué queremos, cuál es nuestro punto débil para sanar y ser fieles a nosotros mismos.
¿Miedos? Sí. La clave es aceptarlos y hacerles un lugar como compañero de ruta, sin paralizarnos. Cuando aparecen la culpa, el juez interno, las voces de crítica, el niño carenciado, las voces de ineficacia, escuchamos a todos, los saludamos, les deseamos amor y seguimos. Seguimos disfrutando el camino, sin obsesionarnos por el destino. Seguimos, como Artemisa, apuntando a nuestros más anhelados deseos.
Gracias Matías por el artículo, muy provechoso y esclarecedor….siempre tenemos que «elegir cómo vivir»…pero el Cielo nos va Orientando en cuál es verdaderamente el momento más propicio , tal vez, para hacer la toma de ciertas decisiones más profundas, más trascendentes. Gracias! María Alejandra
Muchas gracias por leer los artículos y sumarle tu impronta en cada comentario, Ale.
Saludos cordiales, estimada