Por Valeria Correia Nobre
Muchos de aquellos que vivimos en Capilla del Monte antes, ahora, siempre hemos pasado en cualquier tiempo por el mal hábito de olvidar modos mentales que forman parte de la realidad.
Nos quejamos de nuestros defectos con espanto porque así somos los humanos, nos quejamos de llenos. Capilla reproduce en una escala pequeña los males del país, los males del mundo, los males. Pero la escala es tan pequeña que se asemeja más a una representación simbólica que al verdadero mal.
Son tiempos tan complejos que desde España, el centro de la pandemia, nuestro pueblo se asemeja a la Comarca, la tierra de los hobbits, y yo acaricio el recuerdo de paz en tiempos de conflictos absurdos como esos que se denuncian en las redes que si les quedó fea la fuente o si los maceteros. Benditos problemas… Pienso con ternura en mi comarca, que puede vivir este confinamiento con el mismo pesar de todos pero en muchos casos reforzando con acciones positivas su visión de la vida sembrando la huerta de invierno y viviendo en calma y actitud contemplativa estos tiempos locos.
Estas palabras de introducción son para que el lector uritorkiano cuantifique con un registro del mundo real y la idiosincrasia mayoritaria la importancia y el poder que ejercen sobre la psiquis colectiva los emplazamientos astrales que estamos viviendo y que van a acompañarnos hasta finales de este año.
No todo el mundo tiene una masa crítica que cree en la magia y sabe plantar una semilla de lo que sea. La masa crítica de las poblaciones urbanas es diferente y tiene otros conceptos. No reconoce con facilidad un diente de león ni una verdolaga de una artemisa y eso es un grave problema frente a la crisis que nos inunda. La principal consecuencia de esta pandemia será una restricción material, fruto del cambio del mercado laboral y el modelo de consumo
Cuando Júpiter ingresó en Capricornio en diciembre de 2019 se vinculó con Urano en Tauro y lo primero que nos mostró fue una necesidad imperiosa de ser más austeros. Puso de relieve la figura controvertida de una joven nórdica áspera y seria en sus reclamos ecológicos. La masa crítica humana se enteró por las redes que el planeta está a punto de sucumbir su forma conocida para adoptar otra más carente. Júpiter no hizo más que poner una lupa sobre los abusos y las malas prácticas que el poder insiste en sostener a toda costa sobre la vida en su más profundo significado, proceso que se inició con la revolución industrial y llevamos al extremo a partir de la década del 50 en una curva exponencial “positiva”..
Júpiter tiene una fama equívoca de ser siempre abundante y divertido, pero si centramos nuestra mirada en esa característica jupiteriana se nos olvidará la tendencia al exceso, la exageración, el lente amplificador y el fanatismo que implica esta energía planetaria. En este momento el planeta gigante va detrás de todo el equipo de planetas maléficos iluminando con su proyector de sombras, amplificando todo lo que Saturno, Marte y Plutón representan.
Cada doce años Júpiter se une a Plutón y por ello no es que esta sea una situación excepcional. Lo que sí nos brinda una situación de excepción es este stellium en Capricornio y la cantidad de energía de elemento tierra que había en el cielo al momento de dar comienzo este escenario de pandemia y muerte.
Plutón es el dios de la muerte, es Hades el de Disney, es hijo de Saturno y está bastante mal de los nervios por haber sido el hermano al que le tocó la peor suerte en la herencia paterna. A su hermano Neptuno le heredaron los océanos y a Júpiter el de buen ánimo, los cielos. Pero al pobre de Plutón le toco el inframundo. Ni siquiera a los dioses les gusta ocuparse de los asuntos de la muerte y las pulsiones oscuras, por ello cuando Plutón tiene la posibilidad nos asusta, enfrentándonos al espejo de las miserias humanas, es cuando vemos nuestra rabia, nuestro pánico a la destrucción del cuerpo físico, nuestra envidia y nuestro deseo. Todo eso y mucho más es lo que nos trae Plutón en esta cuarentena. Cada uno de los confinados recibiremos este efluvio de energía y tendremos algo que aprender.
Un uritorquiano de ley sabe quedarse quieto viendo su oscuridad, sabe enfrentarse al dolor de ser imperfecto, a la falta de consumo, reconoce la miseria propia y la de su vecino, la miseria del bolsillo y la del alma
Un uritorquiano que se precie sabe que el dinero tiene un valor, que es ese valor y ninguno más y que la austeridad de un verano es la cena del invierno. También sabe adaptarse al viento, al calor y al frío. Pero en las ciudades y las villas urbanas esto no se vive igual.
Al comenzar este escrito le solicité al lector haga un esfuerzo para salirse de sí mismo y su cosmovisión que es la única forma que tenemos de poder apreciar la energía que vivimos.
Aquí donde estoy ahora, una ciudad del primer mundo medio pelo, la mayoría de las personas sufren intensamente el confinamiento, han tenido que suspender sus tapeos y sus cañas del atardecer, ya no hay idas al gimnasio y es obligatorio verle el rostro a la pareja más horas de lo acostumbrado lo cual producirá una nueva generación de niños pandemónium y una marea de divorcios.
Los críos ya existentes en muchos casos reciben más reprimendas que antaño, resulta que estos que se despiertan en la mañana diciendo que se aburren son unas personas desconocidas para muchos padres. Sabemos que se han elevado los casos de violencia de género y violencia sobre los niños y niñas.
Lo peor y lo mejor de cada uno de los seres que habitamos este mundo se acentúa con el confinamiento forzado. Las personas comienzan a sufrir un toque de ansiedad. y un sinfín de sufrimientos y aprendizajes que un uritorquiano de ley sabe llevar un poco mejor y en algunos casos superó con excelentes calificaciones.
Y la verdadera pandemia ya comienza a infectar y devastar un sistema económico que ya estaba muy enfermo, tal como lo hace el famoso virus con los cuerpos de los enfermos que padecían enfermedades previas. Puede que la infección lo lleve a padecer de un fallo multiorgánico.
Muchas familias ven cómo se pierden sus puestos de trabajo, los independientes y los buscas ven cómo se pierde su capacidad de hacer el mango del día y saben que la ayuda estatal será al límite. Y luego están los pobres que en todos pero todos los países son los que peor la pasan.
Lo más interesante de este momento planetario es lo nos une a todos: la abrumadora incertidumbre. Y esta tiene su base fundamental en la relación amable y gentil entre Plutón y Júpiter que nos arrastra inevitablemente hacia la aniquilación de nuestros patrones de estabilidad.
La conjunción entre Plutón y Júpiter se activará en julio y noviembre trayendo otro baño de realidad. Amplificará la limpieza de nuestro sistema por medio de escenas de pérdida y reconstrucción.
Todo lo que nos daba seguridad ha cambiado de forma. Neptuno en Piscis hace un sextil con Plutón en Capricornio y como una fraternal travesura aleccionadora nos traen esta pandemia: un virus invisible que flota en el aire que todos respiramos Esta asociación de planetas nos aporta el beneficio de una expansión de la conciencia, un trabajo interno obligado en el que aquellas cosas que parecían insignificantes cobran un sentido espiritual. El confinamiento tendrá algún beneficio colateral.
Por último Saturno y Marte han ingresado tomados de la mano al signo de aire: Acuario. Esta energía nos describe una exacerbación del control social por medio de métodos forzados. Podríamos ser testigos de escenas de reducción de nuestras libertades individuales y colectivas y en muchos países se impondrán medidas propias del más infeccioso autoritarismo. Serán estas condiciones en un formato más moderno que el que narra la historia y más parecido a las escenas restrictivas de las películas de ciencia ficción en las que la tecnología interviene en el control de la vida cotidiana de las personas.
El movimiento de medio planeta se encuentra restringido y penado con cárcel o multas elevadas desde que estos dos planetas (Marte y Saturno) se juntaron y quedará sentado un precedente de control de geo localización, utilización prioritaria del dinero electrónico y la caída del sistema financiero y del mundo tal como lo vivíamos hasta hace poco.
Pero no todo está perdido. Los astros inclinan pero no obligan dice el famoso dicho. Tendremos que utilizar nuestros recursos emocionales y espirituales de un modo inteligente para dar con los desvíos y fallos que la matrix siempre tuvo y tendrá para generar un mundo más amable para nuestro vecino. Ese es el más revolucionario accionar, destruir la semilla de todo esto: la universal y antigua falta de empatía.
Todavía no entendimos eso de que “si al vecino le va bien a mí me va bien”. No perdamos la fe ni la esperanza, construyamos lazos serios y comprometidos con los que nos rodean.
Valeria Correia Nobre
http://melodijovenus.blogspot.com/
Excelente, gracias.
Gracias a vos por leer. Abrazo
Gracias Valeria…!!! muy claro lo que nos explicas.Yo también siento la enorme gratitud de vivir en la «comarca», es una verdadera Bendición. El Cielo es el mapa de la Tierra. Erguirnos en medio de lo que sucede, recuperar la Humanidad…Gracias!
La gratitud es la base de la bendición. Me alegro te haya gustado. Un abrazo!
Muy buen análisis Valeria…!
Gracias!
Gracias Valeria !
Me gustaría saber hasta cuándo estarán unidos Marte y Júpiter.
Marte ya se alejó de Júpiter hace unos cuantos días. Ahora está cerquita de Saturno a 11 grados de Acuario, aunque también lo superó, es un planeta que tiene un ciclo más rápido que los otros que son generacionales. El impacto que producen los encuentros entre los planetas funcionan como puertas o campanadas que dan paso a una energía x, en este caso, esto comenzó con estas alineaciones que también fueron precedidas por una serie de eclipses en Capricornio y Cáncer. Un combo imponente que casi creo que todos los astrólogos esperábamos con mucha curiosidad y también algo de inquietud. Espero ses útil mi respuesta. Un abrazo
Muy interesante lo que has escrito, es una clara explicación del panorama actual. Me ha resultado útil y esclarecedor para lo que vivimos y lo que vendrá. Me quedo con la urgencia de construir empatía con toda vida que habita este planeta tan maravilloso que habitamos. Gracias!
De nada, me alegra que te haya sido esclarecedor. Un abrazo!